No existen dos pisadas igual en todo el mundo, tu morfología de los pies y tu manera de caminar son únicas, y por ello, el tratamiento que un podólogo haga de tus pies debe ser absolutamente personalizado. Nuestra clínica de podología en Getafe está especializada en el estudio de la pisada y análisis de la marcha,
Ayudarte a mejorar la salud de tus pies y tu pisada significa analizar tu caso como único y ofrecerte soluciones adaptadas a tu situación. Con este grado de personalización es como podemos corregir muchas de las principales anomalías en la forma de caminar.
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Recuerda que un Podólogo colegiado es el único profesional capacitado para realizar un correcto estudio biomecánico de la pisada. No olvides que los verdaderos profesionales sólo trabajan en centros autorizados por sanidad.
En nuestra clínica de podología en Getafe realizamos un estudio de la pisada, también llamado análisis biomecánico de la pisada y análisis de la marcha, con el que el podólogo obtiene la información necesaria para valorar nuestra pisada y planificar el mejor tratamiento personalizado.
¿Caminamos de manera saludable?
En alguna ocasión has podido percibir que no caminas correctamente, que sientes un apoyo extraño o se te cargan gemelos o cadera. Y es que parece que andar no tiene ningún misterio pero ¿podemos decir que caminamos de manera saludable?
El patrón de la marcha considerado normal o saludable es aquel en el que la persona debe mantener una postura erguida, con la cabeza levantada y los brazos deben moverse rítmicamente a ambos lados del cuerpo.
En la marcha normal siempre hay un pie apoyado en el suelo (estático) y el otro avanzando, en el aire (dinámico). Cuando un pie apoya, el otro despega, de forma que cuando uno es estático el otro es dinámico y viceversa. El peso del cuerpo se mantiene en el miembro estático, pasando alternativamente de uno a otro miembro a medida que se desplaza el centro de gravedad. La extremidad se convierte en estática en el momento en que el pie apoya en el talon. El apoyo, se desplaza progresivamente por el borde interno del pie hasta acabar en el dedo gordo que es el ultimo apoyo antes del despegue, tras el cual se convierte en dinámica. La extremidad dinámica despega con el pie en flexión y progresivamente va extendiendose a medida que el miembro avanza hacia delante para acabar el ciclo apoyando de nuevo en el suelo por el talon con el pie en extensión.
Aunque parezca algo sencillo en realidad es un movimiento muy complejo que en muchísimas ocasiones y de manera inconsciente no se realiza correctamente, acarreando lesiones más o menos graves con el tiempo. Lo más importante es detectar el problema a tiempo y ponerse en manos de un buen podólogo.
